En mis obras más antiguas, los contrastes visuales juegan un papel importante. Al combinar líneas nítidas y texturas suaves, creé tensión dentro de la composición. El contraste entre elementos abstractos y figurativos es un tema recurrente. Estos contrastes reflejan cómo experimentamos la vida, donde los opuestos coexisten e interactúan. A través de estas pinturas, examiné cómo diferentes elementos podrían formar un todo unificado, reflejando la complejidad de la percepción humana.
Primeros experimentos en técnicas de capas.
Las capas fueron una técnica clave en estas primeras pinturas. Experimenté con varios materiales y métodos para generar profundidad, tanto visual como conceptualmente. Cada capa añade una nueva dimensión, muy parecida a cómo las experiencias individuales se combinan para dar forma a nuestra comprensión del mundo. Al utilizar estructuras tipo collage, pude desafiar las formas tradicionales y crear obras que invitan al espectador a mirar más profundamente. Esta técnica sentó las bases de mi práctica actual, donde las capas son esenciales para transmitir múltiples perspectivas.
Explorando la dualidad en la conciencia individual y colectiva.
La idea de dualidad (cómo el individuo y lo colectivo se moldean mutuamente) es central en estas obras más antiguas. Me centré en cómo las imágenes colectivas influyen en las experiencias subjetivas y viceversa. A menudo aparecen símbolos e imágenes fragmentadas que reflejan la tensión entre los pensamientos internos y las realidades externas. Estas pinturas ofrecen un espacio donde las narrativas individuales y sociales chocan, creando un diálogo abierto. El lenguaje visual refleja esta interacción, con formas abstractas que sugieren la complejidad de la conciencia humana.
El arte como plataforma de interpretación.
Un principio fundamental de mis primeras pinturas es que están abiertas a la interpretación. Mi objetivo era crear obras que no dictaran un único significado. En cambio, estas pinturas funcionan como plataformas, permitiendo a los espectadores aportar sus propias perspectivas. La ambigüedad dentro de las imágenes fomenta la participación activa, donde son posibles múltiples interpretaciones. Este enfoque se ha mantenido constante en mi trabajo, ya que creo que el arte debería ofrecer más preguntas que respuestas.
Absurdo en las estructuras sociales
Estas obras más antiguas también abordan temas de normas y estructuras sociales. Utilicé imágenes exageradas o absurdas para criticar formas de pensar aceptadas. La atención se centra en cómo las construcciones sociales –ya sean políticas, culturales o personales– son a menudo temporales y sujetas a cambios. Al cuestionar estas estructuras, pretendía resaltar su naturaleza artificial. Lo absurdo de la vida, en particular su relación con las expectativas sociales, sigue siendo un tema central en mi práctica actual.